Acu 11, 08Jan 11, 24

Artículo realizado por nuestra traductora y editora en noticias de la página web oficial Elena Khmeleva

Asgardia organizó su tercer seminario web en español

Fiel a la iniciativa de alcance nacional de su Gobierno, el 10 Capricornus 0007 (12 de diciembre de 2023) Asgardia celebró su tercer webinar en español del año pasado. Siendo uno de los doce idiomas oficiales de la Nación Espacial, es lengua materna de numerosos asgardianos repartidos por todo el mundo. Con el leal apoyo de nuestra parlamentaria Ariadne Gallardo Figueroa, el primer evento en español contó con un ponente invitado de España, el webinar nº 2 representó a México, y en esta ocasión Asgardia TV retransmitió una animada discusión con Chile. Los seminarios web de Asgardia en español han ido ampliando su geografía, y ¡en nuestros planes para el nuevo año figuran más países de habla hispana!

El asunto de cada seminario web dista mucho de ser una elección al azar: los temas tratados están directamente relacionados con los esfuerzos de construcción de la nación asgardiana encaminados a nuestro futuro común en el espacio. Así, el evento de diciembre, bajo los auspicios del Ministerio de Cultura, se dedicó a conceptualizar lo que llega a moldear nuestra identidad del mañana fuera del planeta a lo largo de la historia y qué «valija sin manija» deberíamos considerar dejar atrás aquí en la Tierra. «Las Crónicas de Marte: ¿qué han de aprender los asgardianos de la historia antes de mudarse al espacio?» fue la pregunta que nuestro asgardiano chileno Francisco Araya Pizarro, la parlamentaria Ariadne Gallardo Figueroa y la moderadora del webinar, Elena Khmeleva, abordaron a partir de la nueva novela de ciencia ficción de Francisco.

Para empezar, Francisco, un prolífico escritor de ficción, artista digital, diseñador gráfico, asesor en marketing digital y gestor de comunidades para empresas privadas y ONGs asesoras de la ONU, crítico de arte, cine y literatura, e investigador, presentó a los espectadores de Asgardia TV su arte visual, tanto dedicado a la Nación Espacial como integrado en su libro, ya que el autor es a la vez ilustrador de su propia obra. 

La portada de presentación mostraba el autorretrato digital del Sr. Araya Pizarro como asgardianauta con la bandera de la Nación Espacial y el emblema de SIRIUS pegados a su traje espacial de una blancura deslumbrante: la encarnación viva de la esperanza que alberga todo asgardiano, según Ariadne. De niño, Francisco aspiraba a convertirse en astronauta algún día. Y su sueño anhelado durante tanto tiempo se le hizo realidad en su calidad de diseñador gráfico de Asgardia.

La presentación comenzó con el primer proyecto de diseño de Francisco para Asgardia: un retrato al estilo presidencial del Dr. Igor Ashurbeyli como Jefe de la Nación. Hablando de su dinámico despegue como autor y artista asgardiano en nuestro sitio web nacional, Francisco confesó su especial fuente de inspiración: la Constitución de Asgardia, que acoge la libertad de religión, reunión y pensamiento. Lo motivó a ejercer su legítimo derecho democrático para expresarse públicamente en la Nación Espacial a través de su propio arte y literatura.

Asimismo, Francisco compartió otras imágenes con su característico toque de diseñador. Una foto de grupo oficial tras la Primera Sesión del Parlamento en Viena. Medallas de la Nación Espacial con una inscripción especial en latín: Novus ordo exterioris spati («Nuevo orden en el espacio exterior») para subrayar la idea de Una Humanidad, Una Unidad que figura en nuestra Constitución y aceptar nuestras diferencias. Asgardia que iza su bandera en la Luna. Caras de aficionadas al fútbol pintadas a lo Asgardia para destacar su identidad especial y apoyar a sus equipos favoritos. Diseños de carátulas para las colecciones musicales que reflejan la esencia de la nación recopiladas por un músico asgardiano de Italia, Ivan Laconi. 

Además, cabe mencionar los diseños de citas personales memorables del Sr. Araya Pizarro relacionadas con Asgardia, ya que encarnan su visión de la experiencia sin par que todo asgardiano adquiere gracias a estar «a bordo». «Vivimos tiempos excepcionales: no todos los días se ayuda a construir una nación nueva y ser parte de la historia, y menos aún ser el primero de tu familia en ayudar a fundar una nueva nación en las estrellas», cree Francisco. También está convencido: «El único lugar donde eres igual a mí es en el cielo». Para él, Asgardia es un proyecto que incentiva nuestra igualdad, respeto y comunión sana, promoviendo lo que Francisco denominó una «carrera espacial sana» en su reciente entrevista con Ariadne, a diferencia de la que se desató durante la Guerra Fría.

De hecho, su propio libro, Las Crónicas de Marte, contrariamente a lo que muchos lectores esperaban, no describe la conquista del Planeta Rojo por los terrícolas, sino que muestra la historia de los conflictos humanos en la Tierra llevados al espacio y bien establecidos allí tras milenios. De ahí que el epígrafe en latín elegido por el autor chileno para su obra no es nada casual: «Si vis pacem, para bellum» (Si quieres la paz, prepárate para la guerra). El dicho tiene su origen en el Imperio Romano, siempre dispuesto a combatir a los bárbaros que rodeaban sus fronteras, a menudo deseosos de apoderarse de la misma ciudad de Roma. 

Marte Skilltaun, el protagonista principal de la historia, un noble paladín del Imperio Romano Galáctico que vive miles de años después de nosotros, acaba de lograr escapar de una injusta persecución de su Emperador. El libro lo capta en este momento tormentoso de su vida meditando sobre su linaje y recopilando las crónicas de su familia para las generaciones futuras. Para Francisco, esta narrativa, lejos de ser una historia de violencia, es sólo una caminata por el pasado humano. 

Marte comienza remontándose a los tiempos de la caída de Roma de la que fue testigo su glorioso antepasado, el guerrero romano Marte, que tras escapar de los godos, invasores de la «Ciudad Eterna», acaba peleando otra guerra años más tarde.

En la siguiente historia, ya ambientada en la época del Renacimiento, vemos la turbulenta trayectoria del descendiente de este paladín, Miguel Martínez, un inquieto peleador callejero y aprendiz del mismísimo gran Leonardo que acaba encontrando la mejor aplicación a su ardiente energía belicosa en la fuerza armada feudal del patrocinador de Da Vinci. 

El nuevo capítulo de las crónicas de Marte lleva a los lectores a la América Central de la Era de los Descubrimientos, donde ya otro miembro de su familia, el soldado profesional español Carlos Martínez, tiene la misión de forjar relaciones con una misteriosa tribu indígena, con la que llega a identificarse y a la que decide unirse. 

Luis Martínez, otro heredero de Marte el Romano, vive un cambio de cosmovisión al experimentar el resultado real de sus ideales de justicia social relacionados con la Revolución Francesa. En medio del caos de las calles de París, testigo de numerosas muertes inocentes a manos de la gente de Robespierre, es rescatado por un desconocido, el capitán Napoleón Bonaparte.

Más adelante, llegamos a conocer a otro Marte: John Martensen, un soldado de las fuerzas aliadas en las trincheras de la Primera Guerra Mundial que captura a un tal cabo Hitler y se ve obligado a liberarlo tras una declaración de alto el fuego.

Francisco imagina la evolución de la dinastía de Marte aún más allá: la siguiente protagonista importante de la familia es una apasionada exploradora espacial del siglo 23, Elizabeth Marsden. Inicialmente una bibliotecaria común en Alfa Centauri colonizado por humanos, ella sigue soñando con un guerrero romano que la llama a tomar las armas y actuar: así es como encuentra su camino como líder militar que lucha por los derechos humanos contra los invasores alienígenas en el espacio y proclama la fundación de la República Independiente de Alfa Centauri. 

Toda la narrativa está ilustrada con las imágenes diseñadas de un modo original por el Sr. Araya Pizarro, y en una de ellas podemos ver a dos alumnas, descendientes de Elizabeth, que llegan a saber de sus libros de historia de estos acontecimientos cruciales que involucraron directamente a sus antepasados. 

Más tarde, surge el Imperio Romano Galáctico, libre de la decadencia de la Antigua Roma, pero heredero de su riqueza y sabiduría (siguiendo los bellos ejemplos dados por mentes brillantes del pasado como Virgilio, Plinio el Viejo y Séneca).

Para terminar la presentación de su libro, Francisco compartió algunas de las imágenes que reflejaban la experiencia de sus lectores con la edición digital disponible en línea en Amazon. Elena señaló que su historia tan llena de acontecimientos puede convertirse en una gran película de acción, y Francisco apoyó la idea con entusiasmo. Por otra parte, Elena subrayó la importancia de la reacción de los lectores, que nos ayuda a entablar un diálogo extraordinario, a menudo imprevisto.

Por ejemplo, como lectora de esta novela, Elena asociaba originalmente a Marte con el dios romano de la guerra: para ella, era un símbolo de muerte, destrucción y sangre. Sin embargo, su percepción cambió al indagar los «deberes» originales de Marte tal y como lo veían los antiguos romanos. Para ellos, ante todo, era garantizador de la paz y protector. 

Ariadne también añadió que, en la época romana, Marte solía considerarse un estratega que dirigía la batalla para lograr una meta concreta.

Puesto que Elena estaba muy interesada en saber qué había inspirado el libro y la elección de este personaje en particular, Francisco compartió su historia personal al respecto. La idea fue concebida cuando el autor tenía 16 años, y como en aquella época no se disponía de la tecnología actual, se trataba de una historia escrita con tinta. Al principio surgió como un sueño: el joven vio una flota de naves espaciales – legiones de naves, no de soldados – surcando el cielo. Su comandante, un estratega, llevaba un atuendo militar futurista y romano a la vez. Daba órdenes de rodear un planeta lejano con misiles de protones. Era una encarnación de la deidad romana conocida como Marte. 

El borrador acabó en un cajón del escritorio de Francisco durante décadas hasta este año, cuando la abundancia de tecnología y de otros medios de publicación inspiraron a Francisco a terminar el trabajo. Y la IA resultó ser una herramienta útil para ello sin apoderarse de todo el proceso, ya que nunca podrá sustituir la chispa que insufla a cualquier obra creativa su autor o artista original. El fruto de esta colaboración humana con la tecnología es una serie de vistosas imágenes que ilustran Las Crónicas de Marte. 

Elena estaba interesada en analizar la importancia de Marte en el contexto de la mentalidad asgardiana, de nuestra filosofía de futuro y objetivos estratégicos. Para iniciar un debate con los invitados sobre este aspecto particular, se refirió a la acertada observación de Ariadne sobre Las crónicas de Marte: quien no recuerda su pasado está obligado a repetirlo. Elena también mostró mucho interés por saber la opinión de Ariadne sobre quién o qué es el protagonista clave de la novela.

Ariadne señaló que, como lectora, cree que la protagonista principal de la narrativa de Francisco es la memoria genética. El autor crea una elipse de ADN, tejiendo cuidadosamente la fina tela de la novela para transmitir su especial mensaje de lo que es la historia. Se trata de cadenas de secuencias, series de hechos generados para llevarnos al final a una sola conclusión expresada vívidamente en la novela a través de la imagen de dos niñas que están leyendo un libro de historia. Mientras se informan sobre hechos pasados, se dan cuenta de que no hace falta repetir las lecciones ya aprendidas perfectamente. 

Ariadne ve en esta idea el mensaje final del libro: debemos renunciar a volver a vivir nuestras experiencias dolorosas, cosas que ya no son relevantes, y abandonar estrategias que no funcionaron, sino que marcaron una pauta para nuestro cambio.

Elena compartía el punto de vista de Ariadne: esta idea rectora de la novela nos presenta a toda la estirpe de Martes para mostrar el modo en que cada miembro de la dinastía ha contribuido a que el guerrero galáctico se encuentre actualmente en el punto en el que está por sus elecciones específicas. Y cada capítulo tiene su propio punto de inflexión para cada Marte. 

Luego, los dos ponentes comentaron ejemplos concretos de dichos puntos de inflexión en la novela, y Francisco hizo especial hincapié en el hecho de que la imagen de Marte en su ficción no representa la violencia, ni los reinos se arman con intenciones belicistas. Para él, tomar las armas es una decisión juiciosa de un estratega, muy consciente de lo que hay que hacer y de lo que se debe evitar. 

Elena preguntó al escritor si alguno de sus Martes consideraría la posibilidad de unirse a Asgardia y por qué.

Francisco aseguró que más de un miembro de la familia de Marte sin duda lo haría, y no por el deseo de crear una armada. Simplemente tendrían ganas de acompañar a los asgardianos en nuestro empeño que iniciamos como humanidad viviendo en los tiempos de una sana carrera espacial, que es notable por su espíritu de solidaridad y humanismo, según Ariadne.  

Elena recordó la reciente entrevista de Ariadne con el Sr. Araya Pizarro, en la que él había expresado su fe en la capacidad humana para superar los conflictos de forma pacífica gracias a nuestra naturaleza resiliente y a nuestro potencial de aprendizaje. Elena cree que Asgardia es un lugar perfecto para dominar dicha habilidad mientras estamos aquí en la Tierra para evitar que estalle cualquier batalla en el espacio. 

Francisco confirmó que este es exactamente el caso, a pesar de los retos que se vislumbran en nuestro horizonte como especie. Dado que es probable que nos encontremos con otros seres en el espacio, tenemos que alcanzar un entendimiento mutuo, lo que puede acabar siendo una experiencia bastante dura.

Ariadne recordó la idea de Mijaíl Bakunin de que la destrucción es una manifestación de nuestro poder creativo. Las reflexiones sobre la filosofía cósmica de Asgardia la hicieron considerar las lecciones que aprendemos del propio espacio: el caos engendra el orden, igual que todos los personajes de Marte en la ficción del Sr. Araya Pizarro tienen que pasar por sus pesadillas en el campo de batalla antes de que la magnífica ciudad estelar de Roma emerja en el cielo, adornada con su vistosa arquitectura e impresionantes colecciones de bibliotecas, depósitos de nuestro rico legado humano. Nuestro deseo de preservarnos entre las estrellas despierta nuestra pasión por construir en lugar de demoler.

Elena preguntó cuál podría ser nuestro mejor punto de partida para construir dicha armonía: la sociedad, nuestros avances tecnológicos o nosotros mismos.

Ariadne se mostró encantada de referirse a nuestro Ministro de Ciencia, el Prof. Floris Wuyts, cuyo enfoque comparte plenamente: no hay forma de detener el progreso, así que tenemos que actuar en todos los frentes. Todos los aspectos son vitales en este sentido, esto es como la legión descrita por Francisco. Uno es un gran escritor, otro es un maravilloso cantante o legislador, y ¡juntos formamos esa legión! Elena apoyó con entusiasmo esta visión de Asgardia como una legión de paz.

Profundizando en el objetivo central de la misión científica de la Nación Espacial y en el enfoque genealógico del seminario web, Elena no pudo hacer caso omiso del crucial tema asgardiano de tener el primer bebé en el espacio. Le interesaba ver cómo imagina el autor chileno a su familia.

Francisco la imagina como una familia nuclear común que incluye a una mamá, a un papá y hermanos, sin mencionar a su gran familia extendida que crea el espíritu de comunidad que no difiere de nuestro modelo terrestre. Sin duda, esto migrará al espacio con nosotros, ya que un ser humano siempre necesita a otro humano a su lado, al igual que en la familia de Marte. Como señaló Elena, esto está grabado en nuestros corazones asgardianos y se refleja en el lema «Una Humanidad, Una Unidad».

Para Francisco, la idea que fomenta la fundación de la República de Alfa Centauri en su libro se basa precisamente en este sentido comunitario. Incluso cuando se ven atacados por una civilización alienígena despiadada, la resistencia de los habitantes de Alfa Centauri está firmemente cimentada por su estrecha comunión: ¡son humanos, así que nadie puede echarlos!

Elena puso de relieve la notable coincidencia de dos visiones diferentes de los autores hispanos que participaron en el seminario web. Mientras Francisco se extiende sobre el papel fundamental del pasado y de la herencia en nuestras vidas, Ariadne llama a «cerrar las puertas al pasado y avanzar«, pero ambos convergen en la imagen comunitaria de nuestro futuro en el espacio. Como bien observa Francisco, no dejaremos de ser humanos ni perderemos nuestro espíritu familiar, sea cual sea la parte del Universo en la que nos instalemos.

A partir de este comentario, Ariadne también destacó la inspiradora fuerza motriz de los seminarios web asgardianos: reunir a múltiples mentes creativas en un evento en línea para descubrir importantes puntos de contacto entre nosotros como comunidad global. En eso consiste la construcción de comunidad. Como asgardianos, a veces podemos sentirnos aislados: muchas naciones aún no han descubierto qué es Asgardia. En el momento en que compartimos nuestros puntos de vista con el mundo, ayudamos a otras personas a comprender nuestra misión.

Pasando a la parte final de este interesante debate internacional sobre nuestro futuro común fuera del planeta, Elena preguntó al autor chileno cuál sería la mejor respuesta a la pregunta clave del webinar con base en toda la conversación. 

En pocas palabras, la respuesta que Francisco sugirió fue «ponerte a cuentas con el pasado para proyectarte al futuro». Es imprescindible saber de dónde venimos y qué somos actualmente. Y es en este punto donde podemos empezar a escribir nuestra historia, siempre teniendo en cuenta lo que se hizo mal antes para hacerlo mejor ahora. Los acontecimientos mundiales actuales nos muestran que aún no se han cerrado todas las «puertas al pasado» para poder dar un paso hacia el futuro. Y cerrarlas no significa olvidar. Significa aprender una lección importante y no volver a repetirla. 

Para Elena, fue un excelente resumen tanto de la filosofía asgardiana en general como de la idea del seminario web en particular. Siendo de tres rincones distintos del mapamundi, los tres participantes compartían un sentimiento común alentador de ser humanos y de centrarse en una meta común de coexistir pacíficamente en el espacio. Elena añadió que el próximo libro de Francisco será sobre Asgardia.

Francisco concretó que su trabajo ahora consistía en «armarse» y desarrollar una trama. Promete ser una muy buena historia.

La versión completa de la emisión está disponible en Asgardia TV y YouTube. 

¡Siga las noticias para no perderse nuestros otros próximos webinars en español!