Ofi 12, 07Oct 19, 23
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Seminario Web celebrado el pasado 3 Ofiuco, 07 (10 de octubre, 23)
Por el hecho de ser una nación global, a los asgardianos les encanta ver al público de todo el mundo en cautivadores eventos digitales celebrados en los idiomas oficiales de la Nación Espacial. Hasta ahora una serie de seminarios web en inglés ha sido bastante popular entre los espectadores de Asgardia.TV: la exploración espacial y la cultura interestelar, la procreación fuera del planeta y los vuelos espaciales de larga duración, la democracia digital y la educación del futuro llegaron a figurar en la lista de temas apasionantes, por nombrar sólo algunos. La semana pasada Asgardia presentó a la audiencia otro emocionante asunto en su otro idioma nacional: El español.
El primer seminario web en español se estrenó el 3 Ophiuchus 0007 (10 de octubre de 2023) y reunió a dos destacados autores de ciencia ficción y residentes de Asgardia – Dioni Arroyo Merino, de España («Rechazaré todos los mundos»), y Ariadne Gallardo Figueroa, de México («Cerrar las puertas al pasado y avanzar») – quienes presentaron Asgardia como personaje de ficción en sus novelas recientes desde dos perspectivas diferentes. Este hecho inspiró el tema de nuestro seminario web de la semana pasada: «Asgardia en dos novelas sociales de ciencia ficción: ¿qué pauta nos aguarda?»
El libro fantástico gótico del Sr. Merino, que puede ser justamente calificado como una advertencia social futurista, lleva a la humanidad a un extremo: de una forma parecida a Frankenstein, su propia creación – la IA autoconsciente representada por Veronique – le hace sufrir las consecuencias de su propio ingenio en cuanto a la tecnología punta apoderándose de los puestos de trabajo de los terrícolas. Todo nuestro planeta vuelve a la Época Oscura mientras que la parte minoritaria de nuestra especie se instala voluntariamente en una constelación de naves espaciales llamada Asgardia, «el mundo más bonito de todos los mundos de Dios», optando por cohabitarlo con la inteligencia artificial autoconsciente.
En la narrativa épica de ciencia ficción de la Sra. Gallardo un grupo de astronautas asgardianos que se aventuraron a establecerse en otros planetas para el bien de la humanidad, exploran activamente Hadarian. Observados de cerca y apoyados con entusiasmo en sus esfuerzos nada fáciles por todo el planeta Tierra, paso a paso, descubren la vida de otro mundo y siembran la suya utilizando un conjunto de úteros artificiales llamado Mafuyi. El primer bebé espacial asgardiano nacido de este modo es Hadar, pionero de una generación de niños procreados en condiciones locales con capacidades cognitivas superiores.
Las dos obras literarias invitan a reflexionar tanto sobre las trampas a las que hay que estar atentos en el futuro real, no ficticio, de la Nación Espacial como sobre las estrategias exitosas que podrían asegurar nuestra supervivencia a largo plazo en este inmenso universo.

Traductora intérprete y literaria, conductora del webinar Elena Khmeleva y escritores Dioni Arroyo y Ariadne Gallardo
Para empezar, los ponentes se centraron en su percepción de los esfuerzos actuales de exploración espacial y la motivación que empuja a los humanos hacia las estrellas.
Dioni recordó una importante declaración hecha por Steven Hawking en 2018: en menos de 100 años nuestra especie viviría fuera de la Tierra para garantizar nuestra supervivencia. Estamos destinados a convertirnos en una especie interplanetaria debido al cambio climático, la escasez de combustibles fósiles y el auge de la IA.
Durante la Era de los Descubrimientos grandes navegantes como Magallanes y Elcano tenían afán de explorar, de descubrir lo que había más allá. El desarrollo espacial actual parece bastante pesimista, como se describe en la novela de Dioni. Los humanos tienden a demostrar hábitos depredadores actuando por interés propio. El helio-3 será nuestro aliciente para viajar a otros planetas.
Ariadne señaló que, a pesar de nuestra actitud depredadora, una vez que los humanos nos aventuremos más allá de nuestro planeta natal, llegaremos a apreciarlo más. En su novela, cuando los terrícolas observan la lucha de los asgardianos por hacer de Hadarian un lugar habitable, tienen ganas de abandonar cualquier comportamiento bélico e inhumano.
Wa54 y sus compañeros exploradores descubren una colonia de gusanos: en la Tierra los tratarían como una plaga que ha invadido su laboratorio. Pero el hecho de arraigar en otro planeta cambia su mentalidad. Su meta final es comprender el nuevo entorno para integrarse.
Elena indicó que este bello propósito de exploración pacífica del espacio es exactamente lo que Asgardia busca siguiendo su lema: Una Humanidad – Una Unidad.
A continuación, el debate se centró en los gobiernos, la ONU y su papel a la hora de facilitar las actividades de exploración espacial.
Dioni apoyó con entusiasmo la idea de Ariadne de desarrollar una nueva conciencia y una mentalidad positiva. En este sentido, los gobiernos tienen que hacer las paces, aferrándose a los principios democráticos para fomentar este espíritu emprendedor. Viviendo ahora tiempos de incertidumbre, ya no tenemos respuesta a la pregunta: ¿quién nos gobierna realmente?
Antropólogo como Ariadne, Dioni está convencido: si la peor parte de nosotros mismos, definida por Carl Jung como «sombra», nos hizo cazar a otras especies de homínidos hasta la extinción, ¿por qué negar las posibilidades de que la IA acabe tratándonos de la misma manera? En su libro Dioni desarrolla lógicamente el peor escenario posible. Es natural percibir la IA como una amenaza ante la incertidumbre. Supera con creces las capacidades humanas y llegará a dominar gobiernos.
La noción de Estado-nación, históricamente representada por los gobiernos desde los tiempos de la Revolución Francesa, está ahora en crisis. Por lo tanto, los gobiernos deberían unirse en torno a la ONU. Debería ser la encargada de forjar los destinos de nuestro gobierno mundial y de avanzar en el anticuado concepto de Estado-nación para garantizar el reconocimiento de Asgardia como un Estado privilegiado y progresista en las ciencias, las artes y las humanidades.
Ariadne hizo hincapié en la doble postura de los gobiernos respecto a la Tierra frente al espacio. A bordo de la EEI observamos la coexistencia humana y colaborativa de las naciones sin fronteras, lo que parece todo un reto dentro de las fronteras terrestres, donde prima la tarea de asegurar el control.
En cuanto a la ONU, Ariadne comparte la visión de su Secretario General: «Es impensable que en este momento del desarrollo de la civilización estemos en guerra». Cree que un decreto global contra la guerra sería la mejor garantía de dicha declaración pacificadora.
Hablando de la composición de Asgardia en relación con las Naciones Unidas, observó que la Nación Espacial engloba tanto a miembros de la ONU como de fuera de la misma que se unieron por afinidad, por descubrir un nuevo paradigma.
Elena recordó que explorar el espacio en paz es exactamente el propósito de Asgardia estipulado en su Constitución. El propio entorno del espacio nos impide desencadenar guerras.
Luego, los autores expresaron sus puntos de vista sobre el uso de la tecnología en nuestro futuro desarrollo espacial: ¿llegará a dominarnos, como en la narrativa de Dioni, o permanecerá a nuestro servicio en nuestro mejor interés, como en la historia de Ariadne?
Ariadne no pudo evitar hacer hincapié en el apoyo que las ventajas tecnológicas nos han brindado en nuestro caso como nación digital. Para 2030, nos imagina disponiendo de ciudades digitales, haciendo negocios y yendo de compras allí. Sin embargo, ve ciertas trampas que entrañan para nosotros los entornos virtuales como Second Life. Crear una vida distinta de la que tenemos en la Tierra implica desarraigarnos de la interacción offline con nuestro equipo. Aterrizar físicamente y echar raíces es lo que necesitamos en cambio. Precisamente para eso sirven las embajadas asgardianas.
Dioni destacó que, a lo largo del siglo XX, los países que más invirtieron en investigación científica, tecnologías punteras e innovación fueron los que más mejoraron la vida y el bienestar de sus ciudadanos. Asgardia va a concentrar logros tecnológicos asombrosos. Y la IA será perfecta para la atención médica preventiva. En el contexto de su novela, cree que el panorama parece un poco exagerado en cuanto a un avance tecnológico de esa magnitud para la próxima década.
Con nuestros esfuerzos conjuntos científicos y tecnológicos y leyes globales, podemos llegar no sólo a la Luna y Marte, sino también a otros planetas de nuestro sistema solar. Nuestro trabajo como asgardianos es ayudar a la gente a superar su visión estrecha.
Elena observó que en Asgardia se están redactando leyes para evitar cosas como la pesadilla de la IA a la que tuvo que enfrentarse Sara, la protagonista de Dioni. De este modo, la tecnología será nuestra amiga en vez de arruinarnos la vida.
Por último, la conversación giró en torno a la misión principal de Asgardia – el primer bebé en el espacio – y la forma en que se aborda el asunto en ambas novelas.
Elena recordó a la audiencia que la meta primordial de la Nación es lograr el nacimiento del primer bebé asgardiano en el espacio. En la obra de Dioni no hay bebé como tal, sino más bien seres nuevos: Veronique/Ada (la IA) y Sara Betancourt que experimenta un renacimiento gracias a Marcel, un joven que se queda literalmente embarazado de ella llevándola en su cerebro.
Dioni explicó que, reflexionando sobre el futuro de la IA, muchos antropólogos coinciden en la idea de que, con el tiempo, los humanos y las máquinas pueden llegar a ser uno. La tecnología colonizará gradualmente nuestro cuerpo hasta que el homo sapiens se convierta en una especie de homo cyborg, lo que actualmente es un tema de ciencia ficción. La idea de que esta nueva Sara nazca del cuerpo de Marcel sigue la misma línea.
Los grandes hitos de la humanidad fueron el descubrimiento del fuego, la invención de la rueda, el nacimiento de la agricultura, la inteligencia artificial, pero el hecho de que un bebé nazca en el espacio, más allá de la Tierra, va a ser mágico. Y en este sentido, Asgardia ha de representar todo lo mejor de los derechos humanos de todos los pueblos de la Tierra. Será nuestro renacimiento como especie.
La IA nos va a ayudar a conseguirlo. Sin embargo, es crucial legislar asuntos como la tecnología que coloniza nuestro cuerpo para mejorar nuestro rendimiento laboral y capacidad cognitiva. El nuevo humanismo tiene que regularlo en beneficio de los seres humanos y de nuestro medio ambiente.
Elena pasó al texto de Ariadne en el que se describe el nacimiento de Hadar, el primer bebé asgardiano nacido de un útero artificial.
Ariadne precisó que la idea pertenece al Dr. Egbert Edelbroek, antiguo miembro del Parlamento de Asgardia y jefe de Spaceborn United. Dicho invento nos permite criar a un bebé en condiciones óptimas en un entorno tecnológicamente adecuado.
Viajar a bordo de una nave espacial que lleva úteros artificiales para niños significa darle a la humanidad la oportunidad de nacer en otros mundos. En el libro de Ariadne, al ver el nacimiento de Hadar, la gente abraza a sus hijos que también proceden de úteros artificiales debido a los trabajos de alto riesgo de sus padres. En circunstancias de otros mundos tendremos que desarrollar la tolerancia hacia otros humanos nacidos en condiciones diferentes.
Para resumir el debate, Elena pidió por último a los ponentes que compartieran su opinión sobre el modelo que creen que aguarda el futuro para la Asgardia real, no como personaje fantástico.
Dioni aseguró que en casos de incertidumbre y necesidad de cambios nuestras soluciones más brillantes vienen de nuestro corazón, sólo tenemos que escucharlo. Esto hace que todo se resuelva de maravilla.
Ariadne comentó que Asgardia no surgió de la nada: varias décadas prepararon su nacimiento. Cuando ella se unió a la Nación Espacial, la conciencia ya estaba presente. «El mundo requiere, necesita y está buscando la manera de crear una red de conexiones entre unos y otros sin importarte la raza que seas para lograr un unionismo diferente al que tenemos en la actualidad. Y Asgardia es la respuesta», resumió Ariadne.
Las dos partes del seminario web están disponibles en español: Parte 1 y Parte 2.














