Sag 26, 07Nov 30, 23
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Asgardia sigue ampliando su dinámica participación internacional en actividades relacionadas con el espacio, y recientemente la audiencia mundial hispanohablante se reunió ya para el segundo evento en línea en su lengua materna presentado por el Ministerio de Juventud y Educación de la Nación Espacial. El primero, dedicado al debut literario de Asgardia, se había organizado a principios de otoño bajo los auspicios del Ministerio de Cultura.
El seminario web tuvo lugar el 5 Sagittarius 0007 (9 de noviembre de 2023) centrándose en el tema «Nuestro mañana: la perspectiva de la Sociedad Astronómica de Yucatán», discutido por dos invitados especiales de México: Aldo Andrade Muñoz, Presidente de la Sociedad Astronómica de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), y Ariadne Gallardo Figueroa, destacada parlamentaria de Asgardia y diligente trabajadora que sienta incansablemente las bases de nuestro futuro interestelar aquí y ahora.
Para iniciar la conversación sobre el modo en que nuestros esfuerzos actuales en el campo de la astronomía dan forma a nuestra realidad futura, la moderadora del seminario web y editora de Asgardia.space en español, Elena Khmeleva, citó al filósofo prusiano Carl von Clausewitz: «El mañana reside en el hoy, el futuro se crea en el presente; mientras esperas frenéticamente el futuro, ya está saliendo destrozado de tus perezosas manos. El tiempo es tuyo, lo que llegue a ser depende de ti». A continuación, presentó al Presidente de la Sociedad Astronómica de la UADY al público pidiéndole que compartiera los pasos que está dando actualmente su asociación científica universitaria para allanar nuestro camino hacia las estrellas.
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Para empezar, Aldo destacó el hecho de que la Sociedad es una organización sin ánimo de lucro que debe su existencia a la idea humanitaria de hacer que la ciencia espacial llegue al dominio público. Por lo tanto, sus impresionantes eventos multitudinarios, que incluyen observaciones con telescopios y charlas de libre acceso, entre otros, están destinados a superar la enorme brecha de conocimiento especial que existe entre los astrónomos profesionales y la sociedad en general. Puesto que convertirse en astrofísico algún día no es una opción para la gran mayoría de la gente, ¿por qué no compartir la experiencia generada hasta ahora en español sencillo con los ciudadanos leales cuyos impuestos posibilitan toda esta investigación?
Fundada en 2015 por un grupo de 15 entusiastas estudiantes de la UADY, apasionados por explorar el cielo a través de un par de telescopios, la Sociedad cuenta ahora con 90 miembros permanentes, un número que pronto se convertirá en 120 expertos en astronomía bien capacitados. Unirse a las filas de los divulgadores científicos es fácil y desafiante a la vez: basta con enviar una solicitud para acabar entre los 60 valientes que pasan por un cuidadoso proceso de selección cada 6 meses para formar un equipo de élite de entre 10 y 15 voluntarios lo suficientemente hábiles para comunicar asuntos complejos a oyentes poco sofisticados.

Las observaciones telescópicas son el tipo de actividades más atractivas para un público amplio que suelen organizarse en parques. ¿Por qué este cuerpo celeste es un planeta o una estrella? ¿Existen otros planetas similares a la Tierra? Bombardeado por las preguntas, el equipo de Aldo despierta el interés de la comunidad, inspirando a la gente a investigar más a fondo los temas, convirtiendo a algunas de estas mentes inquisitivas en fieles miembros de la Sociedad, antes centrados sobre todo en la realidad mundana y ahora curiosos por el espacio y nuestro futuro común.
Las charlas públicas son otra forma interesante de animar a los ciudadanos locales a pensar en el espacio. Los apasionados de la astronomía, bien preparados por Aldo, con sus palabras sencillas inspiran interesantes debates con el público, generando un cambio notable en la mentalidad de la comunidad centrada en la Tierra. A veces los participantes llegan incluso a cuestionar el conocimiento espacial del conferenciante: es precisamente entonces cuando el sólido enfoque formativo de la Sociedad resulta especialmente útil.
La difusión de infografías para visualizar hechos relativos, por ejemplo, a varios tipos de formaciones estelares, los valiosos logros de cosmonautas y astronautas, el uso actual de las cápsulas Soyuz y ciertas deficiencias que obstaculizan el trabajo de SpaceX es otra herramienta de concienciación pública que emplea la Sociedad.
La instrucción de los ciudadanos acerca del mantenimiento adecuado de los equipos de observación es otra línea crucial de la actividad pública de la Sociedad. La falta de conocimiento sobre cómo cuidar las costosas instalaciones astronómicas puede desanimar fácilmente a sus propietarios de seguir adelante con sus esfuerzos de observación del cielo, mientras que la Sociedad siempre está ahí para evitar que eso ocurra.
Es difícil exagerar la importancia de dicho enfoque holístico adoptado por la Sociedad. El interés genuino de la gente en el espacio exige ser respondido: de lo contrario, su pérdida de pasión causaría inevitablemente la pérdida de tracción entre ella y las autoridades públicas. Y sus votos en contra del lanzamiento de uno u otro cohete a órbita o de la realización de este o aquel estudio espacial estarían predeterminados.
Por otra parte, la comunidad, actualmente muy susceptible a las estafas pseudocientíficas de los adivinos con sus horóscopos astrológicos, adquiriría sólidos conocimientos objetivos de astronomía que le permitirían distinguir entre la verdadera ciencia espacial y la charlatanería.
Además, los futuros ingenieros de cohetes no surgen de la nada: son niños de hoy a los que se les acaba de mostrar otro planeta o estrella y que ahora sueñan con llegar hasta allí. Y cada vez más ojos se posan en el cielo gracias a Aldo con su equipo entusiasta.
El Sr. Andrade Muñoz está convencido: la observación astronómica es un punto de partida para la exploración espacial. Aquí en la Tierra uno no se aventura a una isla desconocida sin echar un primer vistazo cuidadoso a través de un catalejo para comprobar si hay depredadores, actividad volcánica y todo tipo de peligros potenciales alrededor. Se trata de adquirir el conocimiento adecuado en lugar de imaginar que ir a Marte significa simplemente pesar menos. La misión de la Sociedad es romper mitos presentando hechos reales sobre el espacio.
Por el momento, vivir en el espacio está lejos de ser pan comido. Y antes, navegar de una isla a otra solía ser una pesadilla igual para nuestros antepasados. Sin embargo, si no nos abrimos camino como ellos, a la larga nos quedaremos encerrados en de los límites de nuestro planeta, lo que nos impediría expandirnos más allá como especie. Y necesitamos generar ahora tanto conocimiento especial como herramientas adecuadas para dirigir nuestra trayectoria más allá de la Tierra en el futuro.
Según Aldo, la Sociedad Astronómica ya está marcando una diferencia significativa: cada actividad de observación espacial organizada por sus miembros ha reunido al menos entre 200 y 300 visitantes, y eso sin considerar los grandes eventos públicos, como el eclipse anular de sol más reciente, que atrajo a 8 000 espectadores, entre ellos un buen número de niños.
Este asombroso modelo puede reproducirse en todo el mundo, no sólo en la Península de Yucatán. Cada organización basada en dicho paradigma será única. La única idea que hay que tener en cuenta es la libertad de sus miembros para elegir lo que les apasiona personalmente: ésta es exactamente la cualidad que los convertiría en elocuentes embajadores de la educación espacial y les permitiría impulsar un cambio positivo. Y su formación continua les daría todas las posibilidades de compartir la información más actualizada con el público. El mejor modo de comunicación es evitar cualquier deseo de cambiar los puntos de vista de las personas: de lo contrario, es muy probable que eso mate cualquier interés existente en las mismas.
Dado que el trabajo conjunto aumenta la divulgación, el Sr. Andrade Muñoz espera establecer alianzas prometedoras con otras sociedades astronómicas como la suya: complementarse gracias a sus variadas áreas focales beneficiaría enormemente tanto a los divulgadores de la ciencia espacial como a su público.
Agradecida a Aldo por su presentación, Elena observó una impresionante similitud entre el espíritu democrático de la Sociedad, su modelo de educación en red y la búsqueda de la ciencia real y la filosofía que sigue Asgardia. Asimismo, invitó a los asgardianos – especialmente, a los residentes de México – a considerar la posibilidad de unirse al equipo del Sr. Andrade Muñoz.

Aldo sugirió dos formas óptimas de ponerse en contacto con él: las páginas oficiales de la Sociedad en Facebook e Instagram. Además, observó que, aunque las asociaciones astronómicas varían en cuanto a sus husos horarios, valores e intereses, lo que a veces dificulta la colaboración, complementarse mutuamente de forma única para posibilitar misiones de gran envergadura es el camino a seguir.
Elena apoyó enteramente el argumento de Aldo, señalando que la idea que nos une es llevar una vida de pleno valor en el espacio, lo que sólo puede lograrse mediante un enfoque conjunto pacífico, evitando las contradicciones y los puntos de vista subjetivos. En este sentido, la EEI ha sido para nosotros un gran modelo de juego de equipo.
Aldo observó que la hostilidad del propio entorno espacial es, de hecho, nuestro «freno de mano» natural que ahuyenta cualquier conflicto, incluso en su versión más ligera. De lo contrario, todos los tripulantes simplemente están condenados. Cambiar el paradigma cultural es la respuesta, lo que todavía es difícil de conseguir mientras sigamos viviendo aquí en la Tierra. Pero a medida que avanzamos, tenemos que trabajar en esta tarea para desarrollar tecnologías apropiadas que nos permitan diseñar una flota robusta a prueba de espacio, ya que desconocemos cómo es el resto del universo.
Elena compartió el punto de vista de Aldo haciendo hincapié en el hecho de que, a veces, un país dispone de una tecnología única que no está al alcance de los demás, quienes, a su vez, tienen sus propios dispositivos especiales que pueden marcar la diferencia a escala mundial. Cuando nos alejamos de la Tierra, ya no estamos encerrados en nuestras naciones terrestres.
Aldo afirmó que nuestro planeta es tan diminuto que, si para colmo nos dividimos aún más, no vamos a sobrevivir en el espacio. En sintonía con Elena, también reconoció: en el momento en que uno abandona la atmósfera, ya no pertenece a una nación, sino que se convierte en un terrícola más.
Pasando a la segunda parte del seminario web, Ariadne expresó su deseo de compartir la inspiradora experiencia que tuvo como asgardiana con la Sociedad Astronómica de la UADY dirigida por Aldo. Dio a conocer tanto el nombre como los esfuerzos de un distinguido académico, astrónomo e ingeniero mexicano que apoya enormemente al Sr. Andrade Muñoz e impulsa la actividad de la Sociedad: el Prof. Eddie Salazar Gamboa, del Instituto Tecnológico de Mérida. Realizó el trabajo preliminar para ayudar al equipo a prepararse para el reciente y espectacular evento de observación del eclipse solar anular en el que participaron 8 000 observadores del cielo – incluida la propia Ariadne – mencionado por Aldo en su presentación.
Ariadne no pudo evitar admirar los esfuerzos de creación de alianza entre la UADY y el MIT que presenció durante el evento: su coordinación, reparto de lentes solares, atención a los observadores del sol, etc. Fue como aterrizar en un lugar donde todo el mundo sabía exactamente qué trabajo tenía que desempeñar.
El eclipse se retransmitía por la televisión de la NASA en una sala de conferencias, pero observarlo directamente resultó ser una experiencia completamente distinta, ya que los espectadores pudieron ver el otro lado del sol que «se escondía».
Comentando los esfuerzos del equipo de Aldo junto con los avances de la Nación Espacial, Ariadne se mostró encantada de destacar el papel de la educación espacial en nuestra misión asgardiana. Al observar detenidamente los cuerpos celestes durante eventos de observación como este, analizamos cuáles pueden ser sus componentes, evaluando si tal o cual planeta o luna es potencialmente habitable para los asgardianos. SIRIUS es un experimento único aquí en la Tierra que simula nuestro futuro logro, y la Dra. Ksenia Orlova ya está trabajando duro en esta dirección. No hay límites para los humanos, como seguimos aprendiendo de los fascinantes artículos publicados por ROOM, la Revista Espacial de Asgardia.
Ariadne cree que los miembros de la Sociedad Astronómica de la UADY que reúnen a 8 000 personas para admirar el sol desde toda la Península de Yucatán y más allá son como satélites Starlink que difunden información útil por todo el mundo. Y los visitantes están felices de formar parte de esta dinámica diferente, de una nueva cultura espacial que los une mediante el conocimiento científico y la apreciación de algo tan especial como es la bóveda celeste.
Elena apoyó el argumento de Ariadne, señalando que la estructura de la Sociedad le hace recordar la idea de las embajadas asgardianas y que Asgardia puede beneficiarse enormemente de dicho modelo dentro de su proyecto de Construcción de la Nación.
A su vez, Ariadne les envió sus más sinceros saludos al encargado de este crucial empeño, Ross Cheeseright, Presidente del Comité parlamentario de Información y Comunicaciones, a Corna Olivier, Presidenta del Comité de Juventud y Educación, y a Dan Profir, Ministro de Educación de Asgardia, cuyo ministerio organizó el seminario web en esta ocasión.
Ariadne señaló que otra fascinante actividad educativa en México que Asgardia podría considerar en el futuro es una visita a antiguos sitios astronómicos mayas como El Caracol o La Casa de Muñecas, donde, juzgando por la posición de Venus, los observadores del cielo prehispánicos solían calcular los mejores momentos para la siembra y la cosecha y componer mapas y calendarios asombrosamente precisos sin telescopios.
Elena se entusiasmó al enterarse de esta oportunidad para los asgardianos, que puede convertir Yucatán en un centro de astronomía para muchos residentes de la Nación Espacial en América Latina. Recordó que en algunas partes de este continente, como en Argentina, el número de agardianos asciende a más de 12 000 personas.
Señaló que otra oportunidad impresionante de explorar sería organizar clases en línea para el público asgardiano en colaboración con la UADY impartidas por su Sociedad Astronómica: ella ya había hablado de dicha posibilidad con Aldo y estaría encantada de asistir a estas clases, al igual que Ariadne.
Ariadne también le recordó a la audiencia lo importante que es la investigación física en paralelo con nuestras actividades digitales: la creación de gravedad artificial (el asunto meticulosamente estudiado en condiciones de laboratorio por el propio Ministro de Ciencia de Asgardia, el Prof. Floris Wuyts) y la garantía de la salud y seguridad humanas, especialmente para el primer nacimiento humano exitoso en el espacio (los experimentos en tierra SIRIUS llevados a cabo por el IPBM).
Elena tuvo el placer de señalar una vez más al público el arduo trabajo que la Dra. Ksenia Orlova tiene por delante en el marco de SIRIUS-23: se había lanzado su canal especial de Telegram en directo para poner al tanto a los apasionados asgardianos de los avances de su tripulación durante su misión simulada de un año de duración a la Luna. Y mientras seguimos sus pasos hacia nuestro futuro, las estrellas, podemos empezar por aprender más sobre ellas primero aquí y ahora bajo la dirección de entusiastas astrónomos mexicanos.
