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Estamos volviendo a medir nuestro planeta. 200 años después de las expediciones de Alexander von Humboldt, los satélites, los drones y las cámaras especiales móviles se han hecho cargo del trabajo. Los anfitriones de los recolectores de datos alimentan los datos geográficos en redes informáticas gigantescas, día y noche.
Para la posesión de los datos se desencadena una lucha entre corporaciones multinacionales, porque quien tiene el conocimiento, tiene el poder.
La remedición del mundo nos afecta a todos: el clima desatado, la composición química alterada de nuestro aire y los océanos amenazan la vida en nuestro planeta. Una red de nuevos satélites de alta tecnología debería ayudar a comprender mejor los peligros del cambio climático y reducir el agotamiento de la naturaleza.
Al mismo tiempo, existe una tendencia creciente a poder ubicar personas en el teléfono móvil en cualquier momento, por ejemplo, a sus propios hijos, usando el seguimiento por GPS. Los autos autónomos, que se comunican independientemente y son guiados por satélites, pronto conquistarán nuestras calles.
Las Fuerzas Armadas alemanas crean modelos de terreno tridimensionales antes de planificar operaciones importantes. Se muestra el estudio de alta tecnología de nuestra tierra en los campos científico, comercial, social y militar, explicando vívidamente la tecnología que hay detrás y mostrando cómo ya están cambiando nuestras vidas.
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