Como seres pensantes, el mundo siempre nos permite ver a los humanos desde diferentes perspectivas; en muchas ocasiones se convierten en los perores enemigos, pese a ser humanos unos y otros; ya sea por falta de entendimiento, por necesidad de mostrar su poderío, quizás por establecer reglas rígidas que deben un punto de vista deben ser ejecutadas y respetadas.
Al final de cuentas en el planeta vivimos todos y por mucho que un grupo quiera aniquilar al otro, habrá gente que rescate lo que queda de humanidad en los demás.
De eso se trata ser Asgardianos, de recurrir a los momentos que nos hacen fuertes como unidad; la equidad se construye no para defender a un género o a un grupo simpatizante, se edifica día a día en el entendimiento del otro, por difícil que resulte.
Cada ser humano en el planeta tiene una historia que contar, es terrible que nos relate su dolor y la fiereza con la que tiene que defender lo que construyó con amor.
Si no somos capaces de edificarnos con entendimiento, al menos debemos serlo para respetar el espacio del otro y si esto no es posible, optar por encontrar ese sitio donde sea viable lograrlo.
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