Amp Ariadne Gallardo Figueroa
Miercoles 18 Taurus 0005
Todo comienzo es complejo, muchos más cuando lo que se pretende es algo único, algo que no todos entendemos de la misma forma y es a partir de algunas preguntas de los propios asgardianos simpatizantes o residentes que podemos reconocer el filtro que han puesto en su visión del mundo para comprender que es o pretende ser Asgardia.
Pronto dejaré mi puesto como Presidente del Comité de Ciudadanía, uno de los más complejos, ya que depende de la coordinación de los otros para manifestarse, lo más criticado ha sido que acepten el pago de residencia solo por creer en el proyecto sin recibir nada a cambio. Ofrecer servicios es algo que más solicita la gente, contar con puestos laborales, igual es una de las peticiones más solicitadas; sin embargo antes de comenzar con todo esto es necesario analizar qué pregunta es la que más se hace la gente cuando me ha enviado mensajes:
¿Cuando viajaremos al espacio?
Mi respuesta más sincera es y sigue siendo que como civiles, posiblemente ese viaje lo hagan los hijos de nuestros nietos y por supuesto que no descarto que en la década que está por llegar lo hagan personas cuyo perfil profesional y adiestramiento físico les permitan cruzar la frontera de lo conocido.
No basta con crear un paisaje en nuestra cabeza si este no es capaz de formarse ante nuestros ojos. Poblar el espacio, reitero, no le corresponde a esta generación, siendo totalmente cierto que aquellos que lo hagan serán pioneros, dispuestos a perder la vida por lograr la hazaña de plantar su huella y su bandera en tierra hostil y desconocida, sólo para demostrar que es posible. De la misma forma que ha sucedido a lo largo de la historia, con la diferencia de que si cruzaban la línea fronteriza en plan de conquista, los recibían con una flecha. En este caso será la desolación total de un hábitat sin las condiciones propicias para la vida.
Pero aquí en la tierra es muy diferente; miramos el jardín de enfrente y nos parece más verde, no siempre es así; ejercemos nuestras actividades en busca de mejores dividendos, los tratados comerciales y tecnológicos imponen reglas que defienden los suyos de lo nuestro, igual sucede siendo asgardianos.
Entonces me pregunto si acaso es esa la humanidad cuyo deseo de poblar otros planetas, merece las oportunidades y a mi mente llega la imagen de la competencia que llevó a tres hombres a la Luna; uno de ellos plantó su huella en la superficie y surgió el orgullo nacionalista y se clavó la bandera de una nación.
Esto me lleva a los comentarios que más me han molestado: “En mi país se hace de este modo y es el más adecuado y su penetración global es muy valiosa”, “Si hablas inglés creo que tenemos más posibilidades de entendernos y llegar a un acuerdo, olvidalo yo no sé ni una palabra del tuyo”
La pandemia nos cerró las fronteras para poder actuar en forma física en muchos espacios, los alcaldes que son las personas que directamente formarían el tejido social en sus locaciones, al depender del Gobierno que generaría su presupuesto no mostraron interés, además es lógica la actitud de que si me dices que haga y me pagas, si lo hago.
Ahora mismo tenemos gente reuniéndose en los grupos que se han formado para crear participación y puesta de iniciativas, la mayoría espera ser llamada a la acción con un presupuesto, viaticos, su portafolio de actividades profesionales bajo el brazo, sus propias empresas esperando que les hagan una grandiosa oferta.
También hay grupos de profesionales dispuestos a ofrecerse como voluntarios con su actividad en alguna plataforma educativa o tecnológica, para dar cursos o conferencias sobre un tema específico, pero para que operen estos servicios es necesario un presupuesto y hacer valer la credibilidad de nuestra propia moneda en los mercados internacionales, que por cierto ya es ahora un token.
Todo lleva un proceso y si avanzas con el equipo completo es más fácil, espero que en los siguientes años opere a toda potencia el conjunto necesario de Gobierno y Parlamento, para lograr esa amalgama que para muchos resulta impensable.
Hay muchas propuestas de mi comité que probablemente no vean la luz del decreto, corren el riesgo de que el próximo presidente las deseche porque en su país se hacen mejor las cosas y nos dará el ejemplo a todos los asgardianos.
Esto me lleva al siguiente comentario: Asgarda está formada por gente del mundo entero y a todos debemos valorar por igual, cada bandera le pertenece a un país, Asgardia no se circunscribe a un país, ahí reside su magia y también su mayor dificultad.
El primer paso y más importante es aprender que no por que lo dice un organismo internacional debes valorar la inclusión y no discriminar; tampoco por que es delito o por que sea pecado, puedes señalar determinadas actividades humanas, admitir que el otro adora Dioses, que yo no comprendo, puede ser un asunto complejo y por eso es más facil quedarse en la zona de confort, poner fronteras y decidir que en casa se hace a mi modo.
Pero Asgardia entiende y valora que la casa donde las cosas deben hacerse de un modo y no de otro es el propio planeta. ¿Ahora se dan cuenta de la tarea que tenemos enfrente?
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